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Entrevista a la escritora Josefa Parra

Carlos y José Ángel con Josefa Parra

Carlos y José Ángel con Josefa Parra

“La vida habrá de darme mi parte del asombro”

Josefa Parra es una poeta nacida en Jerez de la Frontera en 1965. Es licenciada en Filología Hispánica y ha sido galardonada con el Premio Internacional de Poesía Loewe a la Creación Joven en 1995 -por el libro Elogio a la mala yerba-, el Premio Internacional de Poesía La Porte des Poètes, (París 1999), el Accésit del Premio de Poesía Luis Cernuda (Sevilla, 2000) y el Premio de Poesía Unicaja 2006 por su libro La hora azul. Su carácter optimista y risueño, además de su sensibilidad por la poesía y los temas fruto de su experiencia personal y vocación, brotan en su obra haciéndola una poetisa especial en los tiempos que corren.

Carlos y José Ángel

P: Josefa, buenas tardes, ¿Cuándo empezó tu vocación por la poesía?

R: Mi vocación por la poesía empezó desde que era pequeñita, me enseñaron muy de chiquitita a leer, con 3 añitos, y entonces a los 7 u 8 años me dieron ya libros de Juan Ramón Jiménez, Rubén Darío… y ya me sentí muy inclinada hacia la poesía. Yo era una niña no con muchas habilidades en otros temas, y creí que era una buena manera de destacar entre mis hermanos. ¡Éramos muchos!, y esta fue la manera de encontrar el sitio que la vida me tenía reservado. Ya en serio empecé a los 18 ó 19 años, con la carrera, que los poemas me gustaban, me los publicaban en algunas revistas, y ya desde ahí…

P: ¿Alguna vez te has sentido extraña por esa actitud para la poesía?

R: Sí, a veces, porque no es una cosa muy habitual. A la gente le interesaba más el deporte, o sacar una carrera que le diera un buen trabajo. Sobre todo con mi familia, mi padre, por ejemplo, me decía que por qué elegía filosofía en vez de derecho o qué se yo otra carrera. En ese sentido sí me sentía un poco incomprendida, pero en cuanto comencé a publicar ya cambió la actitud de mi familia, mis amigos, que decían “Mira esa amiga rara, poeta” (risas). Bueno ya ahora me trae cosas buenas y positivas.

P: ¿Te costó mucho publicar tus primeras obras?

R: Pues sí, es complicado publicar poesía en forma de libro. Ahora, está todo más fácil en Internet, cualquiera puede exponer sus escritos y si son buenos, alguien se interesa. Antes, esto no existía. Publicabas en un periódico o en alguna revista; y mi primer libro, Elogio a la mala yerba, lo pude publicar porque gané un premio, importante, el premio Loewe. A partir de ahí si se me abrieron más puertas.

P: ¿Quién ha sido tu mejor apoyo en tu carrera de poetisa?

R: No sé decirte. En realidad no he tenido apoyos de ninguna persona en concreto. Primero me fueron acogiendo y ya sí, ya tengo algunos poetas que me animan, Luis García Montero, amigo mío, que siempre me dice que escriba más y más cosas. O el propio Caballero Bonald, que también me anima desde su fundación en la que trabajo. Otra persona que también me respaldó mucho fue Ángel González, murió hace poco, y al que yo le tenía un cariño muy grande.

P: Con el poemario Elogio a la mala yerba ganaste el premio Internacional de Poesía Loewe a la creación joven en 1995, ¿cómo te sentiste en ese momento en que se premió tu trabajo?

R: Cuando me llamaron por teléfono, yo creía que era mentira. Son esas cosas que tú mandas y no esperas que te contesten, que pasa el tiempo. Y de repente te llaman “Mira, que soy Luis Antonio de Villena y te llamo desde el jurado del premio Loewe, que te hemos dado el premio joven…” Yo, “pardillita”, que no había salido de Jerez mucho, hacia un mundo de glamour. Tuve que ir a Calle Serrano, donde está Loewe, que comes con el dueño de Loewe (ademanes nerviosos). Entonces, te quedas un poco cohibida. Yo nada más decía Me quiero ir “pa’Jerez”, “pa’Jerez” (nos reímos todos).

P: Hemos leído algunos de estos poemas de ese poemario, ¿es cierto que tratan temas amorosos o sensuales? ¿En qué te inspiraste para llevarlos a cabo?

R: En el amor en general, no sólo el que yo pueda sentir, sino también el que sienten los demás. El conocer historias de amor de personas cercanas, también películas o libros. Eso te lleva a remover tus sentimientos. Yo creo que el sentimiento del amor tiene que ver con el alma, lo que tenemos dentro, además de la parte física, muy importante. Trato el amor desde diferentes puntos de vista. Hay veces que escribo como si fuera un hombre, o un niño, o basándome en una noticia.

P: Sabemos que tienes la carrera de filosofía hispánica, ¿te ha costado mucho compaginar los estudios con tu profesión de poetisa? ¿Actualmente te dedicas a la docencia?

R: La he ejercido, en la Universidad a distancia. Ahora soy directora cultural, que la sigo ejerciendo pero desde otro punto de vista. Lo que hago es eso, publicaciones, congresos, lo que es una fundación literaria. No es un trabajo de cara a los alumnos, pero también tiene su parte positiva.

P: En 1999 recibiste el premio La Porte des Poètes, ¿cómo te sintió el que tu producción literaria haya traspasado fronteras?

R: Fue la primera vez que tuve contacto con el extranjero. Para mi fue muy importante. Eran unos poemas sobre África, sobre la inmigración, y tuvieron bastante acogida. Fue un gran paso, algunos poemas se tradujeron al francés en ese momento. Luego, han salido a otros medios como por ejemplo a Marruecos, Jordania, América…y allí en América estoy trabajando en algunas antologías hispanoamericanas.

P: Hemos visto que en tus obras tratas temas como el paso del tiempo, el amor o la muerte, ¿por qué esos temas?

R: Porque yo creo que son los temas más importantes de la vida. En uno de mis libros, Tratado de cicatrices, yo empiezo con una cita de Miguel  Hernández que dice exactamente eso “Con tres heridas viene, la de vida, la del amor y la de la muerte”. Tres heridas, tres cicatrices, de ahí el nombre del libro. Estos temas nos mueven a todos.

P: ¿Y algunos temas más a parte de estos tres?

R: Pues sí: inmigración, guerras, las desigualdades sociales, el hambre o el terremoto de Haití, que acaba de pasar. Estos temas mueven a cualquiera, no sólo al que escribe, sino también a cualquiera que tenga el corazón un poco sensible.

P: Siempre es difícil publicar un libro, ¿tienes una editorial, que escribes, se lo das y te lo publica

R: ¡Ojalá! (risas). Tengo buena entrada en Visor, porque he publicado ya dos veces: Elogio a la mala yerba y el último que tengo, La hora azul. Pero porque recibieron premios, no es que yo tengo allí entrada segura. Libros míos no están publicados en Visor, alguno está en Quoro – aquí en Cádiz – otro en Catalambur. No tengo editor fijo, eso sólo les pasa a los escritores de best seller.

P: A lo largo de tu carrera has ido recibiendo muchos premios ¿en qué consistían?

R: Básicamente, dinero. Algunos más, otros menos. El premio Unicaja, por ejemplo, está muy bien dotado, unos 10000 € creo que eran, vamos eso te saca de un apuro. Aunque lo más importante es la publicación, que te publiquen y desde una buena editorial. Sobre todo que salga de las fronteras de España.

P: Actualmente perteneces a la fundación Caballero Bonald, ¿cuándo te incorporaste a ella?

R: Hace ya ocho años que estoy en la fundación. Pues tal día como hoy, creo, 2 de Febrero. Cuando entré, me gustaban mucho los proyectos que proponía, además acababa de comenzar la fundación. No tenía que subirme en un barco en marcha, sino que empecé desde el principio, manejando documentos, archivos y luego ya fui tomando más responsabilidades. Las publicaciones o las revistas que hacemos, me encantan. La revista que hacemos, Campo de Agramante. Los congresos, recibir a gente importante como Almudena Grandes, Ana Mª Matute, Ángel González, etc. Me encanta mi trabajo, y estar con ellos.

P: La fundación difunde y pretende conservar la escritura jerezana y el arte de expresarse, ¿qué actividades se hacen para fomentar esta labor?

R: Nosotros queremos fomentar la literatura en general, pero le tenemos un especial cariño a lo que se hace en la provincia. Entonces, hacemos encuentros entre poetas de diferentes localidades, también prestamos atención a que los libros que se están publicando en la provincia, se presenten a la fundación. En nuestra revista, pretendemos siempre que haya un crítico o alguien que publique. Luego queremos que se expanda, desde Cádiz, a Andalucía, luego España, y al mundo.

P: ¿Qué figuras de la literatura han pasado por la fundación?

R: Pues casi todas: Pablo García Baena, Francisco Brines, Carlos García del Pino, el propio Ángel González, José Saramago, José Luis San Pedro, Jorge Eduars. Más bien tendría que decir los que no han pasado.

P: Y ya para terminar, nos gustaría que nos dijeras el verso más cargado de Josefa Parra.

R: Pues, el verso final de uno de los poemas que he leído antes y es uno de mis “poemas amuleto”, que habla del futuro: La vida habrá de darme mi parte del asombro. Soy una persona bastante optimista.

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